ONESTO PUENTE

GOLDENLEY una muy buena yegua de Mauricio. No me venía su nombre. Puente fué una de los grandes entrenadores, a mi juicio, que pasaron por mis retinas. Un hombre de mano pesada pero administrada con mucho oficio y a pesar de tener una manera de ser imperante, buen escuchador y asimilador de los consejos de quienes en lo profesional, confiaba. Harry de condiciones personales diferentes y quizás con más conocimientos "callejeros" también supo aplicar su inteligencia y sobre todo su picardía, en su llegada al medio que lo vió triunfar. Al igual que Puente supo elegir muy bien su entorno y capitalizó las virtudes de los mismos. Ambos tuvieron la misma condición profesional, fieles a sus elegidos y con decisiones firmes con quienes no lo eran. La vida, por distintos motivos, hizo que Harry fuese uno de los compañeros distinguidos de tantas mañanas de cancha e incluso tuve el honor de disfrutsr de su amistad en el aspecto estrictamente social. Puente un tanto más duro, especialmente con el trato de nosotros los cronometristas, supo también tener un trato cordial y también de afecto personal. Una anécdota al respecto, hombre de "cero trato" con la prensa hurgó sobre mi llegada al circo platense. Roma en ese entonces Jefe de Oficina de Carreras en épocas que el Jockey Club y Boloth como Secretario, intentaron hacer el "ablandamiento" para llegar a la presentación considerando que no le iba a resultar un problema. Bueno parece que el Paisano de a poco fué aflojando y un martes en horas de confirmación de montas, nos encontramos en la Oficina con Jorge Gordon, sub Jefe de Carreras, casi frente a frente. Roma asume la iniciativa y le dice acá está el hombre de quien le hablé. Onesto me extiende su mano y agrega "Macho" Mussi, mi mejor amigo, también me habló de Vd, a mi no me interesa la relación con la prensa y menos con cronometrista alguno, pero voy a hacer una excepción, con una condición que debe Vd respetar. Podemos hablar de lo que Vd quiera, menos de carreras, Si lo acepta bien y si no haga de cuenta que no me conoció. Su nombre y le respondo por lógica Omar. Como se llama? Volvi a repetirle Omar, mire lo que más quiero en mi vida es a mi hijo, si hubiese sabido que había un reporter con ese nombre, no llevaría ese nombre. Desde ese día quedó abierta una puerta, que la cerró la vida entre el para él reporter y para mi un hombre fuerte por fuera pero "blando" por dentro y con condiciones de un cuidador de primera.