DON EMILIO LAFERRANDERIE
DON EMILIO LAFERRANDERIE
Qué gusto María Cristina han pasado los años y nos quedan los hermosos recuerdos vividos en los mismos. Cómo no me voy a acordar de Vds, sólo precisaba un "refresca memoria" para retrotraer las imagánes, los hechos buenos y malos transcurridos. Es un gustazo reencontrarnos por este fabuloso medio. Mágico diría yo. Don Emilio resultó ser un personaje honorable con una calidad humana impresionante. Mi secundario lo realicé en el Bauzá por razones de edad, asi que mi trato eon e´l fué de excelente vecino, con una familia a tono con su calidad. Doña Leopoldina su esposa maestra jubilada, El Veco el hijo mayor, un periodista excelente que creo vive en Perú, Un trotamundos que no sólo heredó el nombre de su padre, sino unas condiciones extraordinarias, en todos los rubros. Pepe, un compañero de aquellos con una sonrisa siempre a flor de labios, otra hija que pido perdón por el olvido, el "Chiquito" Leopoldo, un amigazo, el más reo de la familia, pero con un corazón a pruebas de balas. El trato con Don Emilio era un placer. Cuántas noches de verano la vereda hacía de escritorio imaginario, para deleitarme con su sabia dialéctica, ganada con una cultura fina, mezclada con un tinte enorme de bohemia, a pesar de su moña negra con la camisa arremangada en noches de verano, con un calor como para estar en camiseta. Era un gusto escucharlo, un libro abierto en todo. No se imagina nadie que no lo haya tratado el don de gente, el académico, el profesor, el maestro, el director, el buen vecino, el bohemio enorme siempre dispuesto a dar una mano a quien la precise. Vivió para hacer bien y nos dejó enseñanzas en su trato imposibles de olvidar. Quizás en lo personal, no me dió el "cuero" para capitalizarlas, pero seguro estoy que en el recuerdo me marcaron de una manera impresionante. Un bohemio de los no se fabrican más. Conoció Europa de joven siendo polizón en un carguero, con vintenes en el bolsillo. Hizo de todo menos robar, en ese paseo envidiado por quienes no tuvimos las mismas agallas para hacerlo. Se que me voy de largo y puedo aburrir, pero lo sintentizo como un adelantado en la vida. Murió durmiendo, seguro que el destino le otorgó, no por el tiempo de permanencia, el regalo que se merecía. Su velorio con los alumnos haciendo guardia de honor, en su Limejor regalo y la muestra más evidente de lo que representó para el Cerro, en su corto pasaje. Perdoname si me puse pesado, pero me tocaste las fibras má íntimas de un personaje, del cual alcancé a copiar algunas pocas cosas, de las tantas que él tenía.
entrada de Omar Puentes @ 6:28 0 comentarios
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